Día 47. Aquí hay dragones.

Nos siguen diciendo cosas. Ahora que hasta que no lleguemos a lo que se llama Fase III, no podremos desplazarnos a otro territorio que no sea el nuestro. Algo es que podamos empezar a salir, y mucho el volver a ocuparnos de lo que nos da de comer, pero el mes y medio largo de encierro, nos hace soñar también con el momento en que podamos salir a la calle y marcharnos muy lejos. La imagen que acompaña a este texto es de una carta que un tal Thomas Dobrée, armador de Nantes, e nvió en 1824 al capitán de l’Aimable-Créole, uno de los dos barcos de su compañía que hacía regularmente la ruta a Cantón. Dobrée le encargó contratar a un artesano de aquel puerto de China la fabricación de dos cajas lacadas en rojo y oro, con el nombre de cada uno de los dos navíos. Para que no hubiera ninguna duda, el armador adjuntó el dibujo que vemos en la carta, donde se muestra cómo quería que fueran éstas. El bosquejo, más que con la realidad, se correspondía con lo que él imaginaba que era una caja china ...