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Mostrando entradas de enero, 2018

¡Pensé que habían quemado esto!

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Presiento el viernes en mí… Según cuentan, esta escena del largometraje de 1941, "Hellzapoppin", es objeto de culto para la comunidad Lindy Hop , y fue fundamental para lograr el renacimiento internacional del Swing, ese género musical tan salvaje y vital que hunde sus raíces en el jazz. Dice la leyenda que el Lindy Hop , que luego harían famoso en una versión más edulcorada  Ginger Rogers, Gene Kelly y otros muchos bailarines del Hollywood clásico, nació en un concurso de baile que se celebró en una sala de Harlem en 1927, para festejar el célebre vuelo de Charles Lindbergh. Parece ser que Lindy no es otra cosa que una abreviatura del nombre del popular aviador y Hop, salto. Los bailarines que aparecen en esta escena, en orden de aparición y por parejas son William Downes y Mickey Jones, la grandísima Norma Miller (a la que se le reconocía como la Reina del Swing) y Billy Ricker, Willamae Ricker & Al Minns, Ann Johnson y Frankie Manning, uno de los cr

Camina como un león rugiente buscando a quién devorar

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"La confesión de John Battus", es un documento publicado en Dedham, Massachusetts, el año de 1804, unos días antes de que el Battus confesante fuera ejecutado por violación, tortura y asesinato. He dado con él en el catálogo de un anticuario, e inmediatamente han despertado mi curiosidad el particular colofón que lo adorna, tan siniestro como su portada, y el deseo de conocer en qué consistían las confesiones del tal Battus. El documento en sí es del tipo de los pliegos que vendían por aquí los ciegos a su audiencia con un desarrollo más o menos extendido y versificado, de lo que antes habían recitado ellos en público a viva voz. Era este un negocio que en muchas zonas de España compartían a medias impresores y hermandades de ciegos –reales y simulados-,  tan consolidado que cuando en alguna ocasión los primeros intentaron hacer las ventas por su cuenta, los segundos reaccionaron de modo tan violento que se tuvo que volver al escenario anterior… Pero bueno, esta es u

Secretos del alma

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Es difícil quedar indiferente ante la mirada y el gesto de Hertha von Walther en esta escena de “Secretos del alma”. Da tal salto de lo plácido y angelical a lo demoniaco, que el espectador despierta en unas décimas de segundo sitiéndose víctima de una de las más terribles pesadillas: la realidad. Uno mismo. De hecho, cuentan que fue precisamente el estreno de esta película, lo que enfrentó por primera vez a la respetable sociedad alemana de Weimar con sus sentimientos más reprimidos, con sus ansiedades e impulsos más oscuros y ocultos. En ella muchos se vieron reconociendo esa parte de su personalidad que ocultan incluso para sí mismos. Este efecto, en cierto modo, estaba preparado, era premeditado e incluso inducido, como ahora cuando alimentan nuestras expectativas con la promesa de que vamos a sufrir, reír o emocionarnos viendo, leyendo o escuchando algo… El gancho en este caso no fue otro que el de poner a Sigmund Freud como autor en la sombra de la historia y lo que s

Un nuevo final y una vieja certeza

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Ahora que comienza un nuevo año, creo que ha llegado para mí el momento de encontrarme con mi vaca, de darle un fuerte abrazo como lo hace Fernandel en “ La Vache et le prisonnier ”, y cerrar estos casi tres años de búsqueda de mi fiel compañera a lo largo de las 93 entradas -94 con esta-, que fuí dejando en este blog. No me queda mucho para cumplir los 13 años blogeando, pasando de uno a otro a lo largo de cinco cuadernos como éste a los que antes llamábamos bitácoras. Y esta memoria de lo ya hecho, sin saber muy bien por qué, es algo que viene a mí cada vez que me planteo el dejarlo de una vez por todas. Supongo que con la edad uno se pone blando y sentimental, y le toma cariño a lo de dejar escrito lo que le viene a la gana o la curiosidad de vez en cuando... Quienes me conocen algo de este y de anteriores cuadernos, saben de mi manía por reinventarme y reaparecer en otro lugar. Eso es: tengo ganas de cambiar algunas cosas en lo que hacía y empezar una vez más. Así supongo que lo ha