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Mostrando entradas de octubre, 2017

Lettre à Madame la marquise de Senozan

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El libro escrito por el doctor Pierre Chauvin “Lettre à Madame la marquise de Senozan, sur les moyens dont on s'est servy pour découvrir les complices d'un assassinat, commis à Lyon, le 5e juillet 1692” , es una rara obra-testimonio sobre un caso policiaco ocurrido en la Francia de fines del siglo XVII. En él se narra cómo se puso a prueba la credulidad de la sociedad preilustrada en los métodos empleados por un radiestesista, de nombre Jacques Aymar, para identificar a los culpables de un crimen. El 5 de marzo de 1692, un comerciante de vinos de Lyon y su esposa fueron asesinados en su sótano. La investigación se paralizó, pues no había manera de dar con alguna pista. Un vecino del lugar sugirió usar los servicios del tal Jacques Aymar, muy conocido en el lugar por su capacidad para hallar, ayudado de su varita milagrosa, cualquier cosa que se hubiera dado por extraviada. Dicho y hecho: llevado a la escena del crimen, Aymar reconstruyó el itinerario de los asesinos con su va

Spottee

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Un caballo que hace cosas. Así lo anuncia el "Poulson's American Daily Advertiser" en su número del 11 de marzo al 6 de abril de 1807. Spottee, que así se llamaba el caballo, era capaz de boxear con su dueño y dar respuesta a pezuñazos a los problemas matemáticos que se le planteaban. Según el anuncio, "sumará, restará, multiplicará y dividirá, dará la hora del día, contará el número de botones en el abrigo de un caballero elegido al azar, así como el número de personas presentes en el espectáculo ". El precio de la entrada a la taberna Black Horse en Market Street de Filadelfia, que era donde actuaba este caballo que había sido capturado en las costas de la misteriosa África en circunstancias propias de un relato fantástico, era de 50 centavos. Un caballo que hace cosas. Y todas del gusto de su amo, quien para evitar sorpresa muestra el látigo al pobre Spottee.

Sonámbulo

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Sonámbulo. Este grabado de hacia mediados del siglo XIX fue separado en algún momento del libro al que pertenecía, quedando huérfano de otro significado que el de su presencia. El miedo a no ser dueño de la propia voluntad, a ser un paseante sonámbulo en medio de las sombras de la noche.

Tiempo disuelto en el olvido

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Las imágenes que recopila Steve Vistaunet en su Pinterest bajo el título genérico de "The Lost Art of Cassette Design", le trae a uno inevitablemente la memoria de sus vivencias en aquella época dorada de las recopilaciones en casete. Recuerdo que por aquél entonces no sólo nos currábamos pacientemente unas colecciones de 60 ó 90 minutos de música para nosotros, nuestros amigos o conocidos. Además hacíamos nuestros pinitos en eso del diseño gráfico, comprimiendo nombres de grupos y títulos de canciones entre filigranas, formas de colores sicodélicos y recortes de prensa o revistas pegados a modo de collage... Todo en el reducido espacio del cartón de portada de una TDK, BASF, Maxell, etc... de hierro, de cromo.. ¿Cuánto tiempo dedícábamos a dar con la canción que podría caber al final de cada cara sin dejar mucha cinta en blanco? Al repasar las fotografías de estas casetes a uno le parece no sólo que han quedado congeladas en algún momento de principios de los años 80, además

Demonomania degli stregoni

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Jean Bodin, filósofo, jurista e intelectual francés, es considerado por la historiografía oficial como el autor de la primera definición completa de lo que es el Estado Moderno. Según parece la elaboró a partir de los postulados de Maquiavelo sobre la autonomía de la ciencia política, y el análisis del valor de los magistrados, parlamentos y órganos institucionales del estado. Con este perfil del personaje en mente, resulta sorprendente descubrir que casi simultáneamente a la aparición de sus “Six livres de la République” en Francia, viera la luz en Venecia otra obra suya: la “Demonomania degli stregoni” . Publicada por primera vez en 1580, la “Demoniomania de los brujos”, está dedicada a la hechicería, las invocaciones mágicas, y la descripción de la malvada alianza entre hombres y demonios… La Demoniomanía tuvo un gran éxito internacional –seguramente más que su República-, lo cual explica que sus primeras ediciones, todas ellas venecianas, fueran agotándose según salían al mercado e

La educación sentimental

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John Barrymore interpretando Hamlet (1922) Como ya se sabe, Hedda Hopper, fue actriz y cronista del universo Hollywoodiense allá por la primera mitad del siglo XX. Hace poco cayó en mis manos una edición de 1954 de su semiautobiografía “ Lo sé de buena tinta ”. Entre otras muchísimas cosas, cuenta en ella una enriquecedora anécdota acerca de los consejos que dio el conocido actor Jack Barrymore a su joven hijo Bill, cuando esta se lo envió para que lo enderezara un poco. La transcribo: « Cuando terminamos el trabajo fuimos a verle, y una vez confortablemente sentados junto a él, miró a Bill muy despacio y empezó a contarle esta edificante historia:  »   — Hijo mío, cuando yo era un poco mayor que tú, y, sea dicho en honor de la verdad, tenia mejor figura que tu, hice mi primer viaje a Australia. Aunque mi experiencia teatral no era mucha, Willie Collier ­­­-Dios lo bendiga-, me concedió un margen de confianza. Realmente yo le debía a él la vida porque durante el terremoto de San Franci

Los zapatos brillantes de Speedy Schlichter

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Resulta endiabladamente difícil saber algo de esta mujer. Y sin embargo, durante un tiempo, fue la musa, compañera, amante y amiga de un puñado de artistas que se unieron bajo el paraguas de nombres de colectivos tan diversos como Dada,  Neue Sachlichkeit  (Nueva objetividad) y Novembergruppe (Grupo Noviembre). ¿Cómo es que llegó a verse ahorcada? Una de las primeras cosas que sabemos de Elfriede Elisabeth Koehler, es que tenía 25 años cuando conoció en 1927 a su futuro esposo, Rudolf Schlichter pintor conocido en los ambientes bohemios de Berlín. De su pasado hasta entonces, todo parece estar cubierto por un halo de leyenda: se la hace nacer en distintos lugares de Suiza, diferentes son también los perfiles de su familia según dónde se lea, y cuando por fin entra en escena, se dice que ejercía la prostitución de manera más o menos ocasional en el Berlín en el que conoció a Rudolf. Puede que en esta creencia tuviera mucho que ver la personalidad de su pareja y después esposo, quien era