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Mostrando entradas de junio, 2015

(Paréntesis autopromocional)

Como ya adelanté hace unas semanas por el Facebook, estaba muy ilusionado por la experiencia tan especial que viví el día que estuve en la grabación del programa "Todos los apellidos vascos" dedicado a Iñaki Perurena. Especial sobre todo, porque tuve la fortuna de presenciar como se hablaba, por voz del historiador del programa, de mi libro -como diría Umbral-, de uno que escribí allá por el año 92 en relación a los orígenes de mi familia y apellido, que son los mismos que los de la persona  a la que se dedica el programa. Se habla y se explica algo que escribí hace ya muchos años, cuando todo aquello lo hacia lleno de ilusión, aunque ni por lo más remoto imaginara que llegara a este momento. Aquí va el anuncio del programa y en él asomo yo mismo, para los que no conocen a Charles sin barba (no se confundan, no soy el Cantizano). El lunes a las 22.30 más y mejor, y les invito a que lo vean por la tele en la EITB2 o en directo o diferido desde la web del programa.

La increible historia de Mademoiselle Marcelle Lapompe

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Durante mucho tiempo anduvo circulando por la red un curioso documento con marcas de haber estado doblado a lo largo de muchos años, acon una pequeña rotura que estuvo cubierta por un poco de cinta adhesiva que ya ha desaparecido, y con los bordes muy desgastados. A lo que parece es el menú, o mejor dicho, la lista de precios que una tal Mademoiselle Marcelle Lapompe ha fijado para cada uno de los servicios de su establecimiento, un lupanar parisino situado en la calle Chat Noir, número 69. Si uno se detiene a leer lo que se dice en el papel, descubrirá la impresionante variedad de servicios que presta la casa Mme Lapompe, lo ajustado de sus precios e, incluso, dispondrá de una explicación de los trabajos más complejos que se ofrecen… Toda una reliquia del pasado, si no fuera porque se trata de un engaño. En descargo del documento se puede decir que no es una falsificación moderna, que haya envejecida artificialmente por medio digitales. Pero tampoco es lo que dice ser,