Entradas

Mostrando entradas de abril, 2018

Chez Rosalie

Imagen
Chez Rosalie fue uno de los bistrots más populares del Montparnasse de las década de los años diez y veinte del siglo pasado. Los pintores y escritores de la época, así como los albañiles y obreros que trabajaban en las obras de construcción del barrio, eran atendidos con una familiaridad maternal por madame Rosalia Tobia, italiana de Frosinone, que había emigrado a París en busca de fortuna. El local, situado en la Rue Campagne Premiere nº 3, tenía suelos de mármol y mesas y sillas de fundición de hierro. Entre sus parroquianos, uno de los principales fue Amedeo Modigliani, que consideraba a Rosalie como a una madre. A ella le cambia sus dibujos por un plato de comida, obras que Rosalie colgaba en las paredes del baño y terminaban usándose como papel higiénico... Utrillo y otros muchos acudían también al abrigo de Rosalie, a cambiar comida por unos garabatos que en aquellos tiempos no tenían demasiado valor... Pero no era eso lo único que no se supo valorar. Lo que muchos no

XIII

Imagen
Y hablando del paso del tiempo... Hoy una persona muy querida, que conocí en esas cosas de los blogs, me ha recordado algo que en esta ocasión se me había pasado completamente. Se trata nada más y nada menos de que hace 13 años nació Charles de Batz, el mismo que les escribe esto. Y no es porque uno sea así de joven, que ya ha rebasado esa edad repetidas veces, sino por ser entonces cuando abrió Ex Oriente Lux, el primero de sus cuadernos, a los que por cierto llamábamos por aquél entonces bitácoras. Creo que estos 13 años me autorizan por lo menos para decir que aquello era otra cosa, ahí queda pues. Todo eso queda ya muy lejos, y lo habido desde ahí hasta este momento es imposible de resumir... ¿Cómo recoger en un puñado de párrafos, la lista interminable de títulos que encabezaban textos muchas veces anodinos, y siempre circunstanciales -mucho más de lo que pudieran parecer en ocasiones-, hilvanados por las miradas y los comentarios en ocasiones cómplices de la multitud de

La pasada noche

Imagen
Lo crean o no, esta pasa por ser la primera fotografía que conocemos de una juerga nocturna. Pues si, un hecho tan trivial tuvo también su momento inaugural y lo fue de mano de un grupo de escoceses de Edimburgo quienes, a juzgar por lo que vemos, no lo pasaron nada mal. Aquél fue un acto moderno. Rompedor. Es como si comparándonos con ellos tomáramos nuestro móvil y nos hiciéramos una fotografía. Nada que ver. ¿O sí? Piensen ustedes que por aquél entonces tomarse una instantánea no era tal cosa: requería de un tedioso proceso de exposición en el que las poses de un grupo de amigos en el fragor de una juerga nocturna, podían terminar en dolorosos calambres causados por los largos tiempos de espera que requerían los viejos daguerrotipos. Afortunadamente, allá por los años 30-40 de aquél siglo, hizo su aparición el calotipo o "talbototipo", por su inventor William Henry Fox Talbot, que requería menos tiempo de exposición, y permitía tomar fotografías más espont

Cuídese de dormir a la gallina

Imagen
- Usted podrá hipnotizar a las gallinas o no, pero cuide siempre de no dormirlas, ¿me entiende, camarada? Después de pasar un par de años deambulando por toda Rusia, Vladimir Goltsshmidt (1886- 1954) un hombre de dos metros de altura, actor ocasional, poeta, amigo de hacer ruidosas declamaciones, y que gustaba de autodenominarse "futurista de la vida", regresó a Moscú. Todo daba a entender que lo tendría mal, pues ya en aquellos primeros años de la década de 1920, era un personaje odiado por los vanguardistas más radicales de los ambientes culturales de aquella ciudad, que lo evitaban y se burlaban de todo lo que hacía.  Y, en apariencia, había motivos para ello. Vladimir era un tipo realmente raro: nadie conocía su origen, ni nada sobre su infancia y juventud. Sólo se sabía que había sido profesor y promotor de estilos de vida “saludables”, lo cual en 1916 le sirvió para evitar ser reclutado el ejército, al estar ilocalizable, huido, recorriendo Rusia para predica