Un nuevo final y una vieja certeza


Ahora que comienza un nuevo año, creo que ha llegado para mí el momento de encontrarme con mi vaca, de darle un fuerte abrazo como lo hace Fernandel en “La Vache et le prisonnier”, y cerrar estos casi tres años de búsqueda de mi fiel compañera a lo largo de las 93 entradas -94 con esta-, que fuí dejando en este blog.
No me queda mucho para cumplir los 13 años blogeando, pasando de uno a otro a lo largo de cinco cuadernos como éste a los que antes llamábamos bitácoras. Y esta memoria de lo ya hecho, sin saber muy bien por qué, es algo que viene a mí cada vez que me planteo el dejarlo de una vez por todas. Supongo que con la edad uno se pone blando y sentimental, y le toma cariño a lo de dejar escrito lo que le viene a la gana o la curiosidad de vez en cuando... Quienes me conocen algo de este y de anteriores cuadernos, saben de mi manía por reinventarme y reaparecer en otro lugar. Eso es: tengo ganas de cambiar algunas cosas en lo que hacía y empezar una vez más. Así supongo que lo haré. Y pronto.
Mucha salud a todos.

Comentarios

  1. Pedro J. Sabalete2 de enero de 2018, 15:48

    Esta vez no vino una nube, apareció la vaca. Espero tu regreso amigo, qué duda cabe.

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  2. Una mirada...2 de enero de 2018, 23:34

    Pues ya acudiré a las nuevas señas bitacoreriles...

    Salud y empuje.

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  3. Senior Citizen3 de enero de 2018, 1:08

    Vaya... ya estamos. Lo que te gusta cambiar de casa. Y lo poco que me gusta a mí.

    Supongo que avisarás de la nueva dirección ¿no?

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  4. Pedro Saputo3 de enero de 2018, 10:28

    Bienhallada la vaca. Aguardo a seguir la próxima búsqueda.

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  5. Una mirada...24 de enero de 2018, 22:29

    Nada. Que no puedo comentar en Pasto de Aves.

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    Respuestas
    1. Charles de Batz1 de febrero de 2018, 0:34

      He habilitado los comentarios, que no funcionaban al principio. A ver ahora...

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