Día 58 y final. Lo que fué.


“El poder llegar de un lugar a otro depende ahora de mi portátil. Durante la cuarentena, todas las formas en las que interactúo con el mundo, ir al trabajo, a la tienda, relacionarme con amigos y familiares, se han comprimido en un espacio digital. Ir de lugar a otro depende ahora del teclado de mi portátil. Este mapa que muestro aquí es el de mi vida actual. Aunque es frustrante sentirse desconectado de mi entorno inmediato, un lado positivo es que estoy más conectando con mis familiares y amigos en el continente (y en todo el mundo)” (Peter Gorman, Waikoloa, Hawai)

El pasado mes de abril, la página de CityLab invitó a sus lectores a dibujar el mapa de su mundo tal y como lo viven o han vivido durante la época del coronavirus. Propone que se muestre cómo se transformó la realidad circundante de cada uno, si esto afectó a sus sentimientos, emociones o, en general, al modo el que viven y entiende su entorno. La respuesta ha sido enorme y ha llegado desde todas las partes del mundo en forma de dibujos hechos a lápiz, bolígrafo, acuarelas, etc… También hay quien ha empleado fotografías, e incluso mosaicos o recortes con los que han montado su collage. No falta de nada y en especial, a mi modo de ver, prevalece una profunda honestidad al explicar al mundo exterior, desde lo más íntimo, lo que ha supuesto para cada uno de ellos todo lo que llevamos pasando desde hace ya unos meses. Son relatos que posiblemente no pasarán a los libros de historia, se olvidarán con el tiempo, pero representan sin duda el sentir de la mayor parte de las personas que estuvimos aquí en ese momento.



"Me he retirado a mi propio mundo y dibujo un mapa del lugar al que voy. Mi vida se ha vuelto más humana. Mas relajada. Me parece que la gente tiende a darse cuenta más de que hay a su alrededor, a saludarse más. Parecen más relajados e interesados en el contacto social, reduciendo el ritmo de sus vidas. Tal vez sólo estoy hablando por mí misma. Pero estas sensaciones despiertan mi creatividad y deja volar mi imaginación" (Eva Spear, Amsterdam, Países Bajos)



"Llegué a Glasgow unos meses antes de la pandemia del coronavirus a los 63 años. Era un nuevo hogar en una nueva ciudad. También era una vida totalmente nueva: cuando el mundo se cerró a mi alrededor, miré por la ventana las copas de los árboles y la lluvia, asustada y decepcionada. Pero me di cuenta de que era una afortunada. Los árboles pueden estar desnudos nuevamente antes de que pueda abrazar una vez más a un amigo o extraño, o simplemente estar de pie junto a otro ser humano. Pero mientras tanto, la calle será mi galería, el parque mi teatro y la red mundial mi café, bar y lugar de reunión" (Irene Palko, Glasgow, Escocia)




"Mi mapa es un mosaico que representa nuestros paseos diarios. Todos estamos viviendo en nuestras propias comunidades cerradas en estos días, saliendo a caminar o hacer recados y tomar un poco de aire. Normalmente soy una caminante de destino: comestibles, biblioteca, piscina, café. Con la mayoría de todos ellos ahora cerrados, me encuentro caminando en círculos solo para ver el vecindario y con suerte echar un vistazo a algo interesante" (Peggy Curran, Montreal)




"Este mapa muestra nuestro camino semanal a la tienda de comestibles (Market Basket en Somerville). Ese viaje sucede por el camino que se ve desde la ventana de mi sala de estar, donde se encuentra mi escritorio. Me sorprendo pensando en los lugares más allá de Market Basket donde ya no vamos. Me recuerdo a mí misma que todavía están allí, conectados por cosas que veo en mi camino a la tienda de comestibles" (Tess McCann, Cambridge, Massachusetts)




"Mi mapa muestra los muchos lugares que me encuentro cada día, todo desde mi sofá. Aquí paso el tiempo conmigo misma trabajando (soy maestra), creando arte digital, conectándome con amigos y vecinos a través de la aplicación Marco Polo, y cenando en el sofá. Como una persona hogareña e introvertida, amo el pequeño mundo que me han brindado durante este tiempo" (Ti Dinh, Seattle, Washington)





"Mi mapa muestra mi destino diario desde que comenzó el bloqueo. Parece un plan de salida de emergencia, aunque desde que comenzó esto nunca salgo de casa. Mi única salida de emergencia verdadera es mirar la luna y admirar cómo cada una de sus cicatrices la hace aún más bella" (Sharmaine Montealegre, Filipinas)




"El mapa se basa en un videojuego llamado Bomberman. Como en el juego, llevamos un arma, y en este caso es el virus Covid-19 el que puede matarnos. El mapa se basa en el camino que debo seguir para alcanzar diferentes puntos de suministro sin ser atrapada por el enemigo que porta el virus. Por esta razón, el distanciamiento social se ha convertido en nuestro escudo en este juego de la vida" (Carla Ximena Carrillo Quintanilla, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia)




“Este es un dibujo sobre personas que están encontrando modos de vivir positivamente durante el encierro. Es realmente extraño que tengamos que quedarnos en casa durante tanto tiempo. Todo está cerrado, ya no estamos tan ocupados como antes. Es solo un momento curioso para todos nosotros (Jackson tiene autismo y estoy escribiendo sus pensamientos por él. Soy su madre)" (Jackson S., Austin, Texas)



"Dibujé un mapa de todos los sonidos que escucho en una larga caminata por los alrededores. ¡Mi pequeño vecindario se ha convertido en mi mundo entero! Las cosas que solían parecer pequeñas ahora parecen mucho más grandes. Los pájaros parecen más fuertes. Dibujé este mapa porque me encontraba escuchando con más atención mientras caminaba y formando nuevos diccionarios de sonido en mi cabeza" (CX Hua, Cambridge, Massachusetts)

Comentarios

  1. Es un post maravilloso. Casi escrito por mujeres. Hay incluso mucha positividad. Como dije brévemente, a mí me ha tocado trabajar de manera alocada, intentando que los suministros agrícolas llegaran a sus destinos de manera precipitada por si había cortes de carreteras. Los pobres camioneros que llegaban estaban desfallecidos por no tener dónde parar a tomar siquiera un café y, por curioso, contentos del nulo tráfico.

    Me esforcé en alimentar a una colonia de gatos y de patos que pillaba de camino a mi trabajo sabiendo que nadie lo haría. Sigo con ello. Hacerlo de esa manera apresurada por si me rascaban una multa ha sido un miedo menor que se agregó al temor que he sentido por estar tan sobre-expuesto siendo diabético sin apenas medios de protección. En realidad, es ahora cuando alzo la vista, me pregunto qué ha pasado dónde estamos todos, cómo me pude permitir ser de los que más estuve fuera y de los que más aislado del mundo he permanecido.

    Gracias por la publicación.

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    1. Gracias a tí, Pedro. Como a todos los que habéis pasada el encierro fuera, para que nosotros podamos estar seguros. Eso si es un gran mérito. Supongo que lo que hemos vivido estos días, cada uno de nosotros a su nivel, es algo que no olvidaremos nunca y los testimonios que puse en esa anotación, extraídos de la web que refiero, creo que son una clara muestra de lo que pasó por nuestras cabezas entonces... Espero que no nos vuelva a ocurrir. Un gran abrazo, amigo, y tengo apuntada la conversación que tenemos pendiente para antes de finales de agosto!

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