Yva Richard
Yva Richard marcó un antes y un después en el mundo del erotismo. Esta marca de lencería tenía su sede en el distrito de la Opéra de París, en un local de la calle Pillet Will, y se hizo famosa en los años veinte y treinta por lo atrevido de los productos de su catálogo que atrajo como clientela al París más elegante. Con el tiempo la marca fue especializándose de mano de sus creadores, pasando del erotismo más sofisticado a un fetichismo cada vez más marcado por el uso del cuero, el metal, los collares, botas y fustas. La marca Yva Richard había recorrido un largo camino desde que nació en 1914. Su nombre procede de la unión del de sus creadores, L. Richard y su esposa Natyva. Ambos habían conseguido colocar sus creaciones en el mercado a través de un atractivo catálogo " La Lingerie Moderne ", que era, ya de por sí, objeto codiciado por los más finos coleccionistas de arte erótico. Sus fotografías a menudo firmadas por "YR", tuvieron por más de una década
Lamento interrumpir tu monólogo, querido amigo, pero no he podido evitar venir apresuradamente a saludarte. Desconocía la existencia de este blog - quizá lo ponías en Ex Oriente Lux y no me fijé - así que me he llevado una gratísima sorpresa. Siempre he sido torpe este tipo de juegos de mesa, así que mucho me temo que no jugaré. Un abrazo muy fuerte y alegre por este reencuentro.
ResponderEliminarPara mi es un placer, querida Isabel, que interrumpas mi monólogo para dejar el testimonio de tu visita; la primera, por cierto, que como tu comentario llegan hasta este cuaderno. Me alegro mucho de ello.
ResponderEliminarSi desconocías la existencia de este cuaderno no es por despiste, pues en ningún lado he dado noticia todavia de ello: ya que no he sido capaz de dejar la blogsfera, he querido en cierta manera empezar de nuevo, con calma, de otra manera, sin que nadie se sienta obligado a pasar a visitarme y reaprendiendo a escribir... Quien sabe si para hacerlo de manera distinta.
Un abrazo
Gracias, yo no lo hubiera encontrado hasta muy tarde, tengo un medalla de oro en torpeza. ¿Obligaciones? Esa es la parte que me duele de la bitácoras: no poder corresponder las visitas que tengo. Esa podía ser la causa por la que abandonara estos espacios.
ResponderEliminarPor eso tras meditar y amagar -sin decirlo- con irme, voy haciendo lo contrario: reafirmarme en el espíritu con el que cree La tierra de los árboles, una sutil hoja que arrastran los aires. De momento queda viento.
Creo entenderte muy bien. Yo no siento ninguna obligación.
Saludos.
Goathemala, por esas mismas razones llegué a la conclusión de que quizá lo mejor era empezar de nuevo, procurando hacerlo con calma y de otra manera. Veremos que ocurre.
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