Volando al amanecer
Dicen que esta es la obra más popular de Hachijuissae Zeshin y estoy seguro de que a estas alturas ya la conoces. Lo que hace diferente a cada una de las versiones que circulan por ahí de este “Cuervos volando al amanecer” de 1887 es, precisamente, uno de sus detalles más importantes: el color del cielo. ¿Con qué tono de naranja la viste por primera vez? Los que han estudiado esto, dicen que hubo bastantes variaciones en el tratamiento del color, dependiendo, parece ser, de si eran ediciones tempranas o póstumas. En realidad, no he tenido tiempo de comprobar cuáles corresponden a cada momento, seguramente porque prefiero quedarme con la idea de que las que muestran un fondo de sol más intenso y naciente son las más tardías. En ellas, el autor, que comenzó a incluir su edad junto a la firma después de cumplir los 60 años, pretendía recrear el renacimiento del ciclo solar. De cualquier modo, el tema de los tres cuervos que vuelan contra un cielo rojo d