Viens, poupoule…



“Viens, poupoule…”, con todas las licencias que pueden permitirse a un traductor aficionado, es una expresión francesa que podría entenderse como “Ven pichoncito”, por no dar pié con una mayor textualidad a un juego de palabras bastante más lúbrico. Es también el título de una canción que disfrutó de un gran éxito en la Francia de principios del siglo XX. Con ella, el artista y cantante de variedades  Felix Mayol alcanzó la cumbre de su éxito, prolongando su popularidad más allá de aquél tiempo y sus circunstancias del París de los primeros años del siglo XX, hasta otras muy diferentes en las trincheras del norte de Francia durante la Primera Guerra Mundial. Quizá era que a los pobres poilus les recordaba aquellos tiempos de paz, y el evocarlos siquiera un instante en aquellos sórdidos agujeros no era poca cosa. Es más, les envalentonaba y animaba a cantarla a sus enemigos alemanes, como invitándoles a que intentaran acercarse a ellos… ¿Lo hicieron? ¿Saltó el enemigo al campo en respuesta? No. Respondieron, y respondieron con la misma canción, pero con otra letra y otro título, "Komm Karolin", el de la canción que Henri Christiné había “adaptado” años atrás para componer a Mayol su popular “Viens poupoule”. Durante muchas noches esta vieja canción sustituyó al sonido de las balas.

Pero volvamos atrás. En 1903, “Viens poupoule” es uno de los éxitos musicales más populares delMundo Cómico, la RisaLa FiloxeraMadrid Cómico y Día de Moda antes de marchar a París, fue gran amigo de Toulouse-Lautrec, quien contaba de él que se vio mezclado en unos cuantos duelos a resultas de las descarnadas burlas que perpetraba con su dibujos, y que sintió un profundo amor no correspondido por la impresionista Eva Gonzales.
momento en Francia, y Le Rire la revista de humor satírico favorita de los franceses. No es de extrañar, en sus páginas dedica a los temas de actualidad la crítica y burla más ácida, entremezclándola con mucho humor blanco y bastantes dosis de erotismo que harían sonrojar hoy en día a más de uno. Para ello, contaba con una amplia y selecta nómina de autores, tales como Henri de Toulouse-Lautrec, Georges Goursat, Juan Gris, Lucien Metivet, Adolphe Willette, Joaquín Xaudaró, Leonetto Cappiello, Albert Guillaume, Jules Grandjouan, Abel Faivre, y Manuel Luque. Casi nada… Por cierto, que este último, ilustrador español que había pasado en Madrid por

La magnífica portada que dedicó Le Rire al recibimiento que dio el presidente francés Loubet al rey de Inglaterra Eduardo VII durante su visita a Paris, es sólo un ejemplo de la libertad y desenfado con el que trataba la actualidad. De hecho, no sólo la clase dirigente era un objetivo frecuente de sus burlas; también las sufrían los personajes populares que poblaban las salas de música, cabarets y cafés, de alguna manera también personalidades para el parisino de a pié.

Escuchada hoy en día, “Viens, poupoule…”, suena lejana, muy lejana.



Comentarios

  1. En España tuvimos algo parecido el vals de Dmitri Shostakovich - Waltz No. 2 https://www.youtube.com/watch?v=mmCnQDUSO4I se utilizó por los sublevados contra la república como clave silvando la pitusilla canción célebre entonces que tomaba este vals "yo te daré, te daré niña hermosa.." los republicanos de izquierdas que quedaron en zona sublevada tomaron el anda jaleo jaleo, https://www.youtube.com/watch?v=vHedTNbazgU y los anarquistas que iban a cruzarse de frente y los brigadistas internacionales que venían por asimilación silbaban el https://www.youtube.com/watch?v=CpYlIdYXIxQ si me quieres escribir,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya sabe que la letra, con música mejor entra. Y no hay mejor disolvente que un ritmo o una melodía para mezclar en ella un mensaje que no queremos que se olvide.
      Salud!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Yva Richard

Un día como el de hoy

El regalo de las musas