El regalo de las musas
Sigamos una vez más los hilos de existencias pasadas, merodeando por derroteros tan inesperados como sorprendentes. ¿Es posible que a principios del pasado siglo XX, el pintor Julio Romero retratara a la reina de los Vampiros de París?, ¿fue ella quién realizó en Hondarribia el primer film de ficción de Euskadi?, ¿realmente fue coronada como la décima musa por los surrealista?. Hay un largo camino por delante... Comienza el espectáculo I. Fantomas Paris, 1911. La atención popular, que por aquél entonces no tenía muchos más entretenimientos que el de la lectura propia o ajena, está centrada en las perversidades de un nuevo criminal. Éste muestra habilidades casi desconocidas hasta entonces para el gran público, como es la del disfraz, para suplantar la mayor parte de las veces a sus víctimas, o la de mostrar una sádica creatividad en sus crímenes, empleando plagas de ratas infectadas, venenos de efectos insospechados y toneladas de arena con las que llena las estancias de sus objet...
¿Peco gravemente si digo que me ha evocado la imagen de un saltimbanqui, y, no sé por qué, he pensado en la emperatriz de Bizancio, Teodora? Ella sí que fue capaz de volver algo al revés. La verdad, es que hoy en día ya no es fácil distinguir el derecho del revés. Besos, querido amigo.
ResponderEliminarHas dado en el clavo, querida amiga: se trata efectivamente de un saltimbanqui tallado en una pila bautismal a la que tengo un especial afecto. Mi intención es contaros algo más de ella, pero bueno, veremos lo que pasa.
ResponderEliminarEs difícil adivinar cuando vemos las cosas del derecho y cuando del revés, y eso es lo que me ha traído a la memoria un entretenimiento de infancia al que jugábamos pronunciando esas palabras mientras nos poníamos cabeza abajo... igualico de caro que la Play Station esa.
Muchas gracias por tus palabras.
Salud
Qué curioso motivo para una pila bautismal. Ya nos contarás más cosas que me has dejado con la mosca.
ResponderEliminarun abrazo
Para estar en una pila bautismal desde luego que lo es, querida Vailima, y no el único, como espero mostraros pronto.
ResponderEliminarCuriosamente, y eso si que es otra de nuestras serendipias coleccionables -en septiembre, ya sabes: enciclopedias-, está a muy pocos kilómetros del lugar al que ayer te refería en tu cuaderno.
Gracias por tu visita.
Salud
Imagen muy interesante que seguro tiene historia y que yo espero que nos la cuentes.
ResponderEliminarMe alegra tu regreso de las vacaciones.
Un abrazo
Haloa amigo, una de esas curiosidades que te llamaron la atención. Curiosa, muy curiosa. Jamás lo hubiera adivinado y menos el lugar en el que se encuentra.
ResponderEliminarAbrazos.
Queridos Leo y Goathemala, perdonad que no os conteste individualmente. Los últimos días han sido un tanto intensos.
ResponderEliminarMuchas gracias por vuestras palabras.
Salud
Ya está, lo hiciste otra vez. De nuevo enganchada a una de tus historias con sólo un esbozo de imagen.
ResponderEliminarNo cambio estos momentos por ninguno.
Un abrazo Charles