Sigamos una vez más los hilos de existencias pasadas, merodeando por derroteros tan inesperados como sorprendentes. ¿Es posible que a principios del pasado siglo XX, el pintor Julio Romero retratara a la reina de los Vampiros de París?, ¿fue ella quién realizó en Hondarribia el primer film de ficción de Euskadi?, ¿realmente fue coronada como la décima musa por los surrealista?. Hay un largo camino por delante... Comienza el espectáculo I. Fantomas Paris, 1911. La atención popular, que por aquél entonces no tenía muchos más entretenimientos que el de la lectura propia o ajena, está centrada en las perversidades de un nuevo criminal. Éste muestra habilidades casi desconocidas hasta entonces para el gran público, como es la del disfraz, para suplantar la mayor parte de las veces a sus víctimas, o la de mostrar una sádica creatividad en sus crímenes, empleando plagas de ratas infectadas, venenos de efectos insospechados y toneladas de arena con las que llena las estancias de sus objetivos
Es que en Madrid si no hay luz eléctrica y se mata a un toro "de verdad" no se divierte la gente.
ResponderEliminarMe encantaría haber visto a un batallon dando cuenta de una ensaimada el tamaño de esa boa... Deliciosa crónica, querido amigo. Nuestros antepasados también tenían ganas de divertirse y sentido del humor. Eso los humaniza. Un besote.
ResponderEliminarMuy interesante que hayas rescatado esta crónica de aquellos años para que nos enteremos de que era lo que divertía a aquella gente, así nos resultan un poco más cercanos.
ResponderEliminarUn abrazo y buen fin de semana.
Querido Charles
ResponderEliminarAcaba Vd. de mostrarnos el primer, auténtico y genuino ejemplo de la movida madrileña. Ríase Vd. de los Almodóvares, Alaskas y Berlangas...
Deliciosa crónica Charles. Hace años tuve que hacer un trabajillo y me pasé unos pocos meses en el CSIC ojeando y hojeando la Ilustración Española y Americana. Disfruté mucho. Por el tipo de crónica y de periodismo que se hacía en la época, por el lenguaje que se usaba, por las fantásticas ilustraciones y por lo cuidado en general de la publicación. Una joya.
Esta condesa (bueno, la de verdad), alguna vez salió en ella... jijiji.
¡Què ilustración más exótica! A veces se siente añoranza de esas crónicas ingenuas en un mundo en el que, afortunadamente, no existía la globalización. Lo que nos hemos perdido...
Un abrazo
Curioso. Máxime cuando he sido un asiduo del Retiro en mi juventud porque vivía enfrente y allí aprendí a jugar a baloncesto.
ResponderEliminarAñade otra coincidencia más a lo que nos une: suelo consultar La ilustración Española y Americana. Lo hago de vez en cuando y siempre a través de la web del Ateneo.
Saludos.
...llegué a ver a Pinito del Oro,
ResponderEliminar¡Menudo regalo por navidades! todavía me acuerdo.
En cierta manera, las cosas del ocio parecen haber cambiado lo justo desde entonces: diferentes medios para casi un mismo mensaje.
ResponderEliminarPerdonad que nos os responda uno a uno, que es lo que me hubiera gustado, pero el tiempo es el que manda y, en este momento, lo hace hacia otros derroteros menos placenteros.
Gracias por vuestras palabras.
Salud
Charles, me gustaría enlazarte en el feevy, pero no sé hasta qué punto quieres o no ser del todo público. Ya me dirás.
ResponderEliminarUn beso
Estimada Freia, no hay ningún problema en que lo hagas. Será un verdadero placer para mi estar en tu lista de lecturas. Ello en nada va a perjudicar mi intención de mantener mi cuaderno "a la sombra".
ResponderEliminarUn abrazo y salud