Imaginad el año 2000


¡Si yo supiera cómo va a ser la literatura del año 2000, ya la estaría haciendo! –respondió Ramón del Valle-Inclán a la pregunta de un periodista del Ahora, cuando este le entrevistaba para un especial en el que se pedía a importantes figuras de la cultura, política, ciencia y espectáculo sobre cómo veían que sería el año 2000.

Esta y otras opiniones aparecieron efectivamente en un extenso dosier del Ahora del 21 de febrero de 1932, en el que se traza un perfil de lo que sería el mundo, y más concretamente España, a los inicios de lo que es ahora nuestro siglo. Los temas que se tratan son de lo más variados, ajustados siempre a la especialidad de cada uno de los entrevistados, y curiosamente en muchas ocasiones se acercan más a la realidad de lo que ellos mismos hubieran podido suponer. En otras no, y su vaticinio se convierte en un entretenido ejercicio de ciencia ficción que merece ser degustado.

Dejo a continuación los titulares que anuncian cada uno de los artículos que contiene este extenso dosier, para que nos podamos hacer una idea de cómo veían algunos de los cráneos más privilegiados de entonces, aquello que ya estaba lo suficientemente cerca para atreverse a intuir, pero demasiado lejos como para llegarlo a conocer… Seguramente, todas las generaciones hemos tenido algo de esto. Quizá sea porque, tal y como se dice en la presentación del artículo

“Nadie se satisface por entero con el presente”


Titulares:

Un biólogo, el profesor Nicolai y un naturalista, don Ignacio Bolívar, nos hablan del porvenir del hombre y de las especies animales. Se prolongará la vida, será más sana y el trabajo en vez de una pena, será un placer. Los bisontes y los rinocerontes blancos son los animales que desaparecerán más pronto.

Un médico, el doctor Маrañón, у un cirujano, el doctor G. Duarte, nos muestran el halagiieño porvenir de los enfermos del año 2000. El próximo triunfo en la lucha contra el dolor y contra la infección. No se morirá nadie por enfermedades infecciosas y solo habrá enfermos del sistema nervioso, el corazón y las arterias. Dentro de sesenta y ocho años los cirujanos podrán disponer de un verdadero "stock" de "piezas de recambio" humanas.

La política dentro de sesenta y ocho años, según el conde de Romanones, monárquico; Fabra Ribas, socialista, y Ossorio y Gallardo, monárquico sin rey. Romanones dice que, siendo monárquico, reconoce que en el año 2000 no quedara ni recuerdo de las monarquías. Dice Fabra Ribas que la producción, el consumo y el cambio no serán, como hasta aqui, un "lucro", sino un "servicio". Don Ángel Ossorio y Gallardo cree que no existirán automesianismos, ni cirujanos de hierro, ni política del ricino.

Oscar Leblanc habla del automóvil del año 2000, y Ricardo Zamora dice que el fútbol llegará a ser el verdadero deporte nacional. Juan Belmonte, en cambio, asegura que las leyes agrarias y las conquistas del proletariado acabaran con las corridas de toros.

El capitán Iglesias afirma que se podrá volar a más de 1.500 kilómetros por hora y que los aparatos podrán quedarse quietos en el aire. Todo el mundo será piloto. - el a v i o n eléctrico. – solo habrá accidentes por la congestión del tráfico.

¿Se llegará en lo que nos queda de siglo a la navegación interplanetaria? El avión cohete y el ala que vuela. - La adopción general del autogiro Cierva y de los aceites pesados acabara con los accidentes de aviación.

El general Burguete sostiene que en el año 2000 ya no habrá ejércitos de millones de hombres, sino milicias ciudadanas de tipo puramente defensivo. La guerra mundial fue un guerra de cabezotas rutinarios y absurdos. -- Los ciudadanos estarán en filas poco más de tres meses. - No es posible sostener unos métodos con los que destruir un metro de trinchera cuesta más que un chalet. – El arma del porvenir son los ferrocarriles, que habrán de ser nacionalizados.

El amor, la vida de sociedad y la frivolidad dentro de sesenta y ocho años. Eduardo Zamacois cree que en el año 2000 no habrá trabas para el amor, ni se conocerá "el dolor de amar".

La literata, el teatro, la escultura, el cine y el periodismo según Baroja, Valle- Inclán, la Xirgu, Enrique Borrás, Catalina Bárcena, Barral y Félix Lorenzo. Margarita Xirgu espera que para entonces haya ya un público selecto para el teatro. Pío Baroja espera que la futura literatura se divida en proletaria y aristócrata. Felíx Lorenzo teme que desaparezca la prensa y que Gutenberg tenga que nacer de nuevo. “Si yo supiera-dice don Ramón-como va a ser la literatura del año 2000, ya la estaría haciendo”.

El sastre más afamado de Madrid y la modista más en boga hablan de las futuras modas masculinas y femeninas. Si no hay revolución social como hasta ahora, si la hubiera casi como Ghandi. En el año 2000 la mujer vestirá un traje simplista para el trabajo y lucirá un fastuoso atavío helénico para el lujo.

Un ingeniero у un arquitecto, los señores Vighi y Gutiérrez Soto, nos hablan de las maravillas mecánicas y constructivas del año 2000. Se explotaran fuentes de energía hasta ahora insospechadas, incluso las que nacen en el mismo organismo humano. Hasta en las casas de los más humildes obreros habrá calefacción, refrigeración, luz constante y vehículo siempre dispuesto.

El porvenir de España, nación de cuarenta millones de habitantes, nudo de las comunicaciones internacionales y país de grandes riquezas. Cómo serán las grandes ciudades españolas en el año 2000. Porvenir de Madrid.—La capital de España estará prácticamente unida con la Sierra, que será como un suburbio suyo, y contará con dos millones y medio de habitantes. Lo que serán las principales ciudades españolas,— Barcelona será una población de tres millones de habitantes, enclavada entre las márgenes del Besos y del Llobregat.


Puedes acceder al ejemplar completo del “Ahora” de 21 de febrero de 1932 desde aquí.

Comentarios

  1. Se le ha pasao la nota de Celia Gamez que dice que como las artistas fríbolas no pueden quitarse ya más ropa en el año 2000 se lo taparán todo

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    1. Cierto! Y mirusté que la leí y creí haberla incluido, pero con tanta cita ilustre y lustrosa, se me pasó esa y a buen seguro alguna más...

      Gracias mil!

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  2. Elucubrar es un sano ejercicio que masajea las neuronas, desde luego, y ese 2000, que tan mágico sonaría en los años treinta, era el más propicio para jugar con él a las suposiciones, algunas pintorescas y otras más aproximadas pero todas interesantes.

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    1. ... y sin ir tan atrás, recuerdo en los 70 hacer elucubraciones más atrevidas aún y en las que colocábamos todo ese adorno que tanto nos gustaba de las historias de la ciencia-ficción... Todo, hasta que se puso de moda una peli pseudo-documental titulada "El día después" que nos devolvió a las pesadillas atómicas de la guerra fría...

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