El secreto cátaro

2014-06-24 14.49.59El aroma fue tan intenso que dificilmente podría olvidarlo. Incluso el aire templado que parecía cubrir de luz cegadora todo a mi alrededor, resultaba parte imprescindible de aquella composición armónica.


Aún ahora, cada vez que cierro los ojos, vuelvo a estar ahí arriba. Revivo nuestro paso por aquellas geografías ciclópeas, tan horizontales, plagadas de gargantas y desfiladeros, en los que la única luz que se abría a nuestra vista era la del brillo ocasional de los rápidos arroyos que descienden galopando entre cantos y árboles cubiertos de musgo por los profundos cauces de aquellos abismos. Cualquier pensamiento, por mínimo que fuera, es seguro que se vería obligado a buscar el modo de alcanzar aquél cielo tan lejano, como si se tratara del humo de un hogar saliendo por la chimenea...


Cada vez que cierro los ojos viene a mi el sabor fuerte de esa botella de Calvados que casi al completo nos bebimos en "La patate qui fume" con el inglés trasplantado desde hace años a aquél lugar que regentaba con su compañera: una acogedora y maravillosa casa de comidas en el pueblo de Montsegur.


Ambos intentaron convencernos de que aquella montaña encerraba valiosísimos secretos, pero a eso de la tercera o cuarta ronda abandonaron su intención, del mismo modo que nosotros la de rebatirla. En el fondo, escribí mientras admiraba el paisaje ahí arriba, me trae sin cuidado lo que piensen los demás, mientras ellos a su vez hagan lo mismo.


Cierro los ojos y vuelvo estar ahí. Recuerdo lo divertido que me resultó encotrar en una librería un puñado de libros en los que a partir de las medidas, disposición y orientación del castillo de Montsegur, llegaban a muy serias conclusiones sobre el secreto cátaro que encierran: inútiles deducciones teniendo en cuenta que el tal castillo, fue construido después de la derrota de los cátaros. Inútil, teniendo en cuenta que la noción de un lugar "más sagrado que otros", era totalmente ajena a los cátaros, para quienes el culto y la liturgia no necesitaba ni de espacios, ni de edificos, ni de objetos consagrados.


Cerraré los ojos y volveré a estar ahí.


Pero ahora, mientras escribo estas líneas que luego transcribiré, tengo los ojos bien abiertos, y disfruto del maravilloso escenario que se extiende en torno a Montsegur. Ha sido casi una hora de ascenso, pero ha valido la pena, pues, a la vista del inmenso espectáculo que se abre ante nosotros, no es necesaria fe alguna para ser conscientes de lo breves e insignificantes que somos. Quizá también llegaron a esa conclusión quienes murieron allá por causa de la intolerancia y los intereses particulares.


Tal es la sensación que le queda a uno: la de que comprometerse con lo que no tiene sentido, con cualquier promesa de trascendencia, es tan inherente a la persona como vacua. Es perder ese tiempo que no es otra cosa que la moneda con la que se paga la vida.

Comentarios

  1. Cómo se palpa la historia por aquellos riscos acompañando la monumentalidad del paisaje. Los cátaros, como los templarios y otros tantos, en su misterio, que tampoco lo es tanto, han sido fuente de todo tipo de supercherías.

    Me alegro de tu ascenso y tu descanso, gracias por estas líneas que tanto se disfrutan. Un abrazo.

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  2. Gracias a ti y a la rapidez de tu comentario... Me has pillado editándolo! Por cierto, un engorro hacerlo con la tablet...
    Mucha salud, amigo!

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  3. ¿Por qué no creer en ese secreto cátaro aunque lo desmienta la Historia? En el Valle de Lecrín (de la alegría), pasado el Suspiro del Moro donde se dice que Boabdil lloró viendo Granada por última vez,, hay una leyenda que sostiene que debajo de él existe una Alhambra subterránea que construyeron también los árabes. Nadie la ha visto, por supuesto, pero ¿no es bonito creer en que, bajo los naranjos y limoneros, hay tal belleza?

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  4. Me podrá llamar voluble o poco coherente... y acertará. Pues le diré que a mi entender lo dicho en lo que escribo no tiene porqué ser incompatible con lo que dice en su comentario.

    Quizá me haya explicado con torpeza. Cada uno debe creer en lo que su intelecto le permite. Y de la misma manera que, por el motivo que sea, uno carece de cualquier fé, también puede considerar, por ejemplo, que la leyenda de Teodosio de Goñi y San Miguel está tan llena de belleza y evocaciones que merece ser creída... uno debe tener el criterio o buen gusto suficiente para decidir en qué va a creer.

    En el texto aludo a casos en los que dominan los dogmas, y esa belleza a la que aludes es suplantada por la sumisión, la instrumentalización del ser humano, el engaño y la negación del individuo...

    Igual sigo sin explicarme.

    Disculpa si hay alguna errata, pero esto de escribir con la tablet es un calvario.

    Salud!

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  5. Monsegur, Glastonbury, Stonhenge...

    Un día monto una empresa de alquiler de túnicas blancas en sitios turístico-místico-esotéricos. Y a lo mejor me forro.

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  6. Pues avíseme, que es un gran negocio y le preparo unos cuantos libros sobre el significado rosacruz de la forma de las croquetas...

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  7. No se porqué las llaman leyendas sin nadie las lee, quitao 4 pelaos de la historia que escriben algo...y las repasan a ver si hay algo...
    Jirulan de boca en boca, y se dicen de posada en posada donde el "Yoni escancias", se vuelve el personaje más importante, no veas como afinan el oido en una sala cuando alguien se pone a contar algo de tesoros escondidos y tal...
    Porque después de ¡¡casi una botella de Calvados...!!,
    Yo le eché un vaso una vez a una macedonia y se me emborracharon media docena de almas, menudo jolgorio de gallinas cátaras me montaron.
    Rejuas, se lo pasó bien. Seguro
    Un gran abrazo, y salud para beberse muchas más.

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  8. Lo pasamos bien y, una vez más, dimos con el tesoro, que no estaba dónde los posaderos decían que debían estar, si no en su propia conversación, en ese momento único en el que se habló de todo un poco, de lo creíble y lo increíble, entre bromas y veras, mientras desde la ventana que se abría a nuestro lado veíamos llover intensamente sobre los prados que descendían desde aquellas montañas...

    Lo pasamos bien aquél día, !por Zeus que sí!, y el otro que subimos a mi fortaleza favorita, la de Queribus, y cuando alcanzamos las alturas de Peyrepertusse, Puylaurens, Lastours, etc...

    Salud, para vivir mucho más.

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  9. Mira que han dado de sí los cátaros.. Y la de negocietes que perviven -y lo que te rondaré- a costa de ese fabuloso tesoro enterrado que llevó incluso a los nazis a socavar llanos y elevaciones guiados por Otto Rahn.

    ¿Se escondió María Magdalena entre los cátaros portando en su vientre la sang réal? ¿Fue la Cruzada contra los Albigenses una conspiración para proteger el Gran Secreto que, finalmente, terminaría con la Orden del Temple?

    Suponer, fabular... es gratis y, desde luego, divertido. Siempre que, trass trotar por la mística fantástica, seamos capaces de adaptar nuestro paso a la realidad.

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  10. Siempre me ha maravillado el poco interés con el que ven la realidad quienes no saben ni construir otra paralela que tenga un mínimo de consistencia. Por lo menos, los mitos y las hagiografías tienen interés, tienen su punto divertido y sirven para intentar explicar algo… Estas txuminadas -como decimos por aquí-, no son otra cosa que el pesebre del que se alimentan quienes no son capaces de hacer una suma elemental.
    Nada tiene que ver la poética, el libre albedrío o el gusto por dejarse llevar de manera consciente por las fabulaciones, con siniestras y aburridas militancias.

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  11. ...pero es que una cosa son las personas amantes de la historia -real o fabulada- que disfrutan de los agrestes senderos de las gargantas de Galamus para ascender, casi transfiguradas, hasta los mundos silenciosos y sugerentes del castillo de Peyrepertuse (¿se nota mucho que es mi favorito...?), y otra los místicos mercachifles. En Béziers hay una asociación de, aseguran, descendientes de aquellos que consiguieron huir del asedio de la ciudad en el 1209, no te digo más.

    Salud(os).

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  12. El mio es Queribus, sin duda, aunque Lastours me tiene cada vez más maravillado...
    No sabía lo de Beziers, aquellos a quienes se mandó quemar al completo, que Dios ya separaría a los suyos... !juas, esta si que es una buena leyenda! No me extraña que los haya que se dicen descendientes de aquellos que consiguieron huir: los hay que son descendientes de los tripulantes del Mayflower, nietísimos de Maria Magdalena o héroes en las barricadas del mayo francés... Si por haber e inventar, que no falte...

    Adiussiatz y buen fin de semana!

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