“Aquél día nevó como no lo había hecho desde hacía cosa de 30 ó 40 años...”


Desayunaba esta mañana revisando la cada vez menos frecuente actividad en mi barrio blogero, cuando me encuentro con una interesante entrada en "Mesa revuelta" titulada:


"El año de la nieve"


Es casualidad, pero una casualidad agradable, pues me ha ayudado aún más a volver a lo que para mi significará siempre un día como hoy, 9 de enero.


¿Qué es lo que significa?. Quienes me conocen algo, y han seguido mi rastro por los diferentes cuadernos que he ido llenando durante estos últimos casi 7 años, sabrán que hace tres, el  9 de enero de 2009, nevó como no lo había hecho desde hacía cosa de 30 ó 40 años. En medio de aquella hermosa y suave marea de aire mezclado con la caricia de la seda, vino a llenar aquél profundo vacío el pequeño Iago, nuestro hijo.


Por lo tanto, querido Iago, hoy cumples tres años.


Como todos los 9 de enero, desde entonces, tu madre y yo abrimos los ojos a la mañana, y mirando al cielo recordamos aquél día como el más precioso de los que guarda nuestra memoria.


Comentarios

  1. Nieve, naranjas e Iago, qué gran recuerdo el de aquel día! Felicidades a los padres y al chico.

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  2. ¡FelicidadesIago ! ¡Y la mejor de las dichas a sus padres!

    Un abrazo.

    «L’enfance fait comme un courant profond dans la rivière du jour.»
    La part manquante
    Christian Bobin

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  3. Muchas felicidades. Mi hijo también llegó con nieve y eso aquí es bien raro. Muy bella entrada.

    ¡Besos!

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  4. ¡Caray, lo recuerdo como si fuera hoy y ya han pasado tres añazos!
    Y no me equivoqué en la predicción, que ha salido inquieto y aventurero el aprendiz de piratilla.
    Mis más sinceras felicitaciones a los dos papis por ese tesoro llamado Iago y sé bien de lo que hablo... Y, por supuesto, al grumete mayor, porque es él el del cumple... para que siga creciendo en curiosidad y risas.

    Un abrazo fuerte a los tres.

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  5. a la que te descuides te quita el timón, y la novia si no te la robado yA.

    un abrazo

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  6. Aquel día, cuento esto a tus fieles seguidores, nevó mucho en Aranjuez. Estuvimos a punto de quedarnos incomunicados en el trabajo. Con hambre y también algo de chanza "asaltamos" un naranjo que exhibía sus frutos en un invernadero cerrado. Me hice con naranjas de las que me alimenté.

    Informaste del nacimiento una semana más tarde, el 15 o el 16 y, si no recuerdo mal, lo hizo a las diez de la mañana: en plena e intensa nevada. Fue inevitable recordar el día y aquel alimento insospechado.

    Creo comprender ahora el por qué de ese nombre tan bonito, Iago.

    Qué alegría y cómo se fuga el tiempo!

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  7. ¡Nuestras más cordiales felicitaciones! Todavía me acuerdo con emoción de la noticia. Espero que compartamos muchas cosas buenas.
    Un abrazo de los jardineros.

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  8. Muchas gracias Goathemala: bonita imagen la de la nieve y las naranjas. Más adelante veo que la explicas detalladamente, así que seguiré en ese lugar.

    Gracias, amigo, y salud!

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  9. Un autor muy a proposito para hablar de la infancia, querida amiga.
    Siempre es alentador encontrarte al otro lado de la pantalla.
    Un fuerte abrazo y Salud!

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  10. !Qué casualidad! Lo de la nevada el día de nacimiento de nuestros hijos le da aún si cabe más magia al momento ¿no crees?.

    Muchas gracias y Salud!

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  11. Tempus fugit, querida amiga!

    Desde luego que no te equivocaste en la predicción, y así están sus ancianos padres de agotados ante tanta inquietud, curiosidad y travesura... Da gusto.

    Me alegra saber de vosotros.

    Salud, mucha salud!

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  12. !Ya está!: ni timón, ni novia, ni ná de ná... Se ve que usted conoce los peligros del enrolamiento familiar. Ahora me limito a limpiar cubiertas, cocinar lo que se puede y otear el horizonte desde la cofa...

    Salud!

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  13. Si no me confundo, han sido tus lecturas las que te han llevado a comprender el porqué del nombre, y no estarás errado pues en ello está su origen y razón de ser.
    Como te decía en el comentario anterior, me parece muy acertada la imagen de la nieve y la naranja: muy colorista, si señor. Ahora que conozco yo también su origen, la uniré al grupo de recuerdo que evoco cada año cuando llega el 9 de enero.

    Muchas gracias y salud!

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  14. !Yo también espero que sigamos compartiendo muchas cosas buenas, queridos amigos!. Motivo añadido de alegría para mi es el teneros en este cuaderno.

    Muchas gracias, salud y un fuerte abrazo para los jardineros.

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  15. Que faltaba el otro jardinero, y en fecha tan señalada y de tran grato recuerdo no quiere dejar de felicitar a esa maravillosa familia.

    Justo el otro día comentábamos con mi hijo que lleva dos años en Donosti si le tocó la nevada y en mi ayuda a la negativa vino el recuerdo de ese día.

    Espero volver asiduamente por aquí.

    Muchas felicidades y mucha, mucha salud y un gran abrazo.

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  16. !Y tanto que faltaba el otro jardinero! Afortunadamente, ha aparecido y, de verdad, que es un gran colofón para tan maravillosa celebración. Una verdadera y enorme alegria.

    Por supuesto que yo también espero que el regreso sea todo lo frecuente posible, pues mis amigos jardineros saben que siempre habrá reservado para ellos un lugar especial en estos cuadernos.

    Reitero mi alegria por volver a saber de mi amigo Herri. Gracias, y mucha salud para ti y los tuyos.

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  17. Muchas felicidades, la más pequeña de las Salamandritas también nació en enero, pero de hace bastante más tiempo. Ahora se asoma al telescopio, preguntó de qué estaba hecha la luna y hace su cama (cuando le apetece o le gritamos).

    Todo pasa, todo llega.

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  18. Gracias, Salamandra. Espero que, con el tiempo, el pequeño grumete que ahora juguetea con coches y trenes, asome curioso su mirada al telescopio, a las páginas de un libro o a cualquier otra cosa que estimule su interés por todo lo que le rodea. Lo de hacer la cama y ordenar el cuarto, creo que es labor más difícil aún.

    Todo llega, todo pasa. Si señor.

    Mucha salud, querido amigo

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  19. Como pasa el tiempo, Iago ya es todo un chavalín, si ahora nevara ya podría disfrutar de esa nieve jugando y sus padre seguro que le harían preciosas fotos.

    n abrazo

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  20. La pena, querida amiga, es que este año no ha nevado, aunque no pierdo la esperanza de que lo haga pronto. La verdad es que, ahora que ya se entera un poco, me haría mucha ilusión llevármelo a la nieva.

    Salud

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  21. ¡Hola Charles!
    Desde la última página, junio de año (hace mucho que no visitaba tus blogs y este es nuevo para mí) he llegado hasta aquí fascinada, como siempre, con la lectura de tus textos.
    Me ha encantado encontrarme con la alusión al nacimiento de tu hijo, pues recuerdo la página en que nos lo comunicaste. Te felicité entonces y te felicito ahora de nuevo por la ilusión de vida que representa Iago. Compruebo que ahora te acompaña en tus viajes, pues ya lo encontré en los bolardos de la plaza de Zocodover, en Toledo. Con tres años y seis meses, empiezan a ser autónomos y a convertirse en protagonistas.
    Cambio de página.
    Un fuerte abrazo.

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  22. No importa cuando sea la última vez que pasaste, lo importante es que vuelvas. De verdad que no puedes imaginar la alegría que me da el volver a encontrar en mi cuaderno a amigos tan queridos y ya de tanto tiempo atrás como tú.

    Gracias por las felicitaciones, efectivamente la vida cambia mucho con el pequeñuelo, pero siempre, siempre, siempre para mejor, a pesar de lo agotados que nos tiene y la dedicación que requiere. Nos hace sentirnos muy felices.

    Un gran abrazo para ti, querida amiga, y gracias como siempre por tus palabras.

    Salud!

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