Último recuerdo
Ni siquiera se paró. Tan sólo agitó su mano mientras desaparecía en la lejanía.
- En otro momento -pensé-, quizá cuando nuestro paso sea tan lento como el de las montañas.
- En otro momento -pensé-, quizá cuando nuestro paso sea tan lento como el de las montañas.
Es como para no irse. Y quedarse entre las montañas.
ResponderEliminarSaludos.
Los recuerdos a veces pasan tan rápido que casi no existen.
ResponderEliminarUn abrazo