La monja, un dragón y el péndulo de Foucault

20140413173353971

Siempre que acudo a París me gusta pasarme antes que por ningún otro lugar por el Panteón: es una costumbre de años, de la que por nada del mundo me gustaría desprenderme. Alli me he encontrado con el par de monjas por primera vez, sorprendentemente frente al homenaje a la Convención, fotografiandolo -ellas-, por un lado y otro, de izquierda a derecha. Curioso muy curioso, pero para cuando he preparado mi teléfono, ellas ya habían desaparecido.


Afortunadamente al bajar por el boulevard Saint Michel y poco después de pasar su confluencia con San Germain, me las he vuelto a encontrar frente a la estatua del santo matadragones. Y en esa ocasión, una de ellas no se me ha escapado.


Hoy por primera vez, he cazado una monja.

PS. Aviso a navegantes: el panteón está de obras y por dicho motivo se ha desmontado el pendulo de Foucault. Según se dice en el aviso allá colocado, no volverá a montarse hasta dentro de tres años. Sin embargo, seguiremos moviéndonos...


 

Comentarios

  1. Hum, no sé si cazador de monjas en estos tiempos tiene mucho futuro. Debe haber poquitas y no renovables; que están en peligro de extinción, vamos. Pero es una buena señal encontrarlas de turistas y con el traje de faena... Igual esas dos que perseguías pretendían averiguar si el Panteón parisino es mejor que el romano de Agripa, ahora que la falta del péndulo los iguala más...

    Salud(os).

    ResponderEliminar
  2. ¡Curioso deporte ése, mi buen Charles!
    ¿Han visto ya a Baradelle?
    Vds. en París y nosotros camino de Toledo para empaparnos de Grecos y descubrir finalmente la firma bandolera en la columna.
    Un abrazo grande a todo el clan.

    ResponderEliminar
  3. En estos tiempos, cazar monjas es bastante difícil porque visten pantalón vaquero.

    ResponderEliminar
  4. Una monja en París es una
    monja es una
    monja
    una monja
    monja
    monja
    monjamón

    isssshhh
    si hubiera sabido le encargo argo, ¡ya no me da tiempo....!

    Que disfrute este buen tiempo en Paris con salud
    De recuerdos.

    ResponderEliminar
  5. Gracias por vuestros comentarios y disculpad que en esta ocasión os responda con tanta brevedad.

    ResponderEliminar
  6. Sí, pero esas son menos interesantes. Las de hábito, largo o corto, son más apetecibles; visualmente hablando, claro. Aunque insisto que tanto las unas (las "uniformadas") como las otras (las de vaqueros) no son abundantes.

    Hace años, en un corrillo, dos muchachas lanzaron la idea de vestirse con hábito monjil e irse a un bar, pedirse un copazo de coñac, encenderse un cigarrillo -entonces se podía fumar en los bares- y observar el panorama. Hubiera sido interesante, sobre todo porque pretendían llevar a cabo la perfomance en Pamplona, bastión opusiano.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Yva Richard

Un día como el de hoy

El regalo de las musas