Intermedio I
Y ya que me lo pides,
abandono en mi forma la luz, dejo que el aire me lleve hacia la oscura pared,
quedando a la espera, aquí, en la soledad.
Yva Richard
Yva Richard marcó un antes y un después en el mundo del erotismo. Esta marca de lencería tenía su sede en el distrito de la Opéra de París, en un local de la calle Pillet Will, y se hizo famosa en los años veinte y treinta por lo atrevido de los productos de su catálogo que atrajo como clientela al París más elegante. Con el tiempo la marca fue especializándose de mano de sus creadores, pasando del erotismo más sofisticado a un fetichismo cada vez más marcado por el uso del cuero, el metal, los collares, botas y fustas. La marca Yva Richard había recorrido un largo camino desde que nació en 1914. Su nombre procede de la unión del de sus creadores, L. Richard y su esposa Natyva. Ambos habían conseguido colocar sus creaciones en el mercado a través de un atractivo catálogo " La Lingerie Moderne ", que era, ya de por sí, objeto codiciado por los más finos coleccionistas de arte erótico. Sus fotografías a menudo firmadas por "YR", tuvieron por más de una década
Una silla-reclinatorio apartada en una esquina rodeada de bancos. Una soledad muy grande, sí señor.
ResponderEliminar¿A quién esperará?
Terrible petición la de abandonar tu forma y convertirte en otra cosa...
ResponderEliminarUn beso
¿Y que no hariamos según quien nos lo pidiera? Dejar de ser luz, convertirnos en soledad,... casi todo.
ResponderEliminarPoema visual y una evocación muy buena de soledad: una silla desocupada. Nada como un viaje para cargarse de ideas.
ResponderEliminarSaludos.
Cruel destino el abandonar la luz tamizada por esos maravillosos cristales para esperar, solo, reclinado al lado de la pared.
ResponderEliminary por qué no esperar, sentaditos al sol? ;-)
ResponderEliminarMe gusta tu blog.
Un beso
Extrema petición la que te hacen.
ResponderEliminarPero la luz se escapa aunque se esconda en sombras.
Un abrazo!
Espero que esa soledad sea sólo una expresión literaria y no tenga nada que ver contigo.
ResponderEliminarUn abrazo
un reclinatorio, si señor, la palabra mas dificil del españolo.
ResponderEliminarA un familiar muy, pero que muy joven le tengo prometido algo el dia que sea capataz de escupirla bien.
Puedes arrojarla a la vidriera y que entre la luz.
(bonito viaje)
un saludote
Gracias todos por vuestra visita y las palabras que habéis dejado en mi cuaderno. No creo que pueda comentaros nada más a lo que ya habéis dejado escrito.
ResponderEliminarSimplemente que era una reflexión a partir de unas fotografías que ordené de un modo determinado.
Es más una pretendida expresión literaria -como bien apunta Leodegundia-, derivada del sentimiento que como un fogonazo se fué al pasar el momento que lo provocó.
Es también un instante, como el que captan las imágenes, donde todo parece detenerse y uno se siente empujado a reflexionar sobre algunas de sus cosas.
No en vano estas fotografías las tomé en un momento muy dado a las recapitulaciones: el 31 de diciembre de 2006. El lugar también era muy propicio para buscar el bálsamo contra las dolencias que provocan esos recuerdos: en una capilla dedicada a Notre Dame de la Santé que hay al pié de un puente -el Pont Vieux-, frente a la ciudad de Carcassonne.
Salud y Fraternidad
Parece una espera deseada, sobria y luminosa, ajena a la fecha...
ResponderEliminarPretendida y magníficamente lograda Charles; presciendo de lugares y fechas, siempre quedará un, como dice goathemala, magnífico poema visual; la luz va contigo incluso en la soledad.
ResponderEliminarSalud y buen fin de semana.
Si realmente te pide que abandones tu forma de luz, más vale que no quedes a la espera, ni te sientes en esa silla... Hay soledades que si no son compartidas (con el alma, en el alma), no merecen la pena.
ResponderEliminarSi es necesario cambiar, que sentido tiene vivir. No nos deberian amar tal cual somos, si necesitamos no será mejora para el otro buscar a otro que sea sin cambios?
ResponderEliminarSaludos.
Interesantes símbolos de la espera. En cuanto a la Santa Cecilia que tienes en el post anterior, coincido contigo en que es una imagen preciosa. La de Stefano Maderno, en la iglesia de Santa Cecilia in Trastevere en Roma (ubicada sobre la que había sido su mansión familiar), tiene incluso la cabeza más girada, de modo que oculta el rostro. Un auténtica belleza. Si te apetece tener una fotografía de esta última, dímelo y te la enviaré por e-mail. Saludos cordiales.
ResponderEliminarHola!
ResponderEliminarsi señor1 gracias, muchas gracias! un pensamiento muy bueno. Una dideia muy hermosa. Yo hablo bien espanhol, escribir, no. Nólo escribo bien. CONTODO, PERO QUE ME ENTENDAS.
Gran trabajo, simples, pero fantástico.
Abrazos.
Una silla vacía como la de Van Gogh... Habrá llegado alguien a sentarse ahí finalmente.
ResponderEliminarHe llegado hasta acá por otro blog de un amigo y me ha gustado mucho. Las fotos que pones son realmente preciosas.
excelente
ResponderEliminar¿Conoce a Joseph Kosuth? Imagino que sí. No obstante, y en caso contrario, échele un vistazo en:
ResponderEliminarhttp://www.iaaa.nl/cursusAA&AI/concept/tautology.html