Un pueblo llamado Ninguno
La primera vez que oí hablar de Aucun, fue por boca de mi abuelo, una templada tarde de primavera, mientras descansábamos sentados en un trebolar a las afueras de Villoldo, muy cerca de la palomera que dicen del Infante . Fue a cuento de una mención rápida que hizo a un antepasado nuestro, nacido en aquél lugar y que era cantero, y algo más que no logré entender por aquél entonces: - Los De Batz tenemos algo de agotes en nuestra sangre, o eso por lo menos me contaba a mí tu tatarabuelo cuando tenía tu edad. Jamás volvimos tocar el tema, pues a mi abuelo no parecía apetecerle nunca hablar de nada que estuviera muy lejos de su espalda. Pero esta pequeña anécdota había dejado en mi un poso que, con el tiempo y las visitas frecuentes al rincón que ocupaba en mi memoria, fue convirtiéndose en una creciente curiosidad. Así fue como Aucun - ninguno, traducido al castellano-, fue tomando forma en mi imaginación a partir de todos los retazos que habían sobrevivido de mis entonces primeras lect...