¿Quién sabe?

Fue hacia el año 1355 cuando Juan el Bueno, rey de Francia, encargó al dominico y tocayo suyo Jean de Sy, la elaboración de una nueva traducción de la Biblia que reemplazara a las diferentes versiones que circulaban por aquél entonces, y que había sido elaboradas principalmente en el siglo XIII. Como puede imaginarse, se trataba en aquél entonces de un trabajo monumental, costoso, y en el que se iba a emplear bajo la dirección del encomendado a muchas personas. Pero su bondadosa majestad no vio gran problema en lo económico: creó un nuevo impuesto para la comunidad judía, que costeara lo que fuera que iban a pedir Jean de Sy y su gente por lo que merecía la dedicación de personas con un conocimiento especializado en las diferentes disciplinas que se iban a emplear en la obra. Entre estas personas destaca alguien de quién no se sabe ni siquiera su nombre. Será por ello que se le recuerda por su principal obra, que no es otra que esta: es el llamado “Maestro de la Biblia de Jean de ...